La armonía de los colores puede influir en tu estado de ánimo. Esto no supone que la mejor idea sea hacerlo todo monocromático o que sea todo blanco y gris o incluso que solo se combinen colores neutros (blanco y gris).
Lo primero que se debe tener en cuenta es la personalidad de uno mismo y nuestros propios gustos, ya que somos quienes los vamos a ver en nuestras casas.
Colores por grupos
Los colores se agrupan en el círculo cromático, es un círculo donde se representa la diferencia entre los seis colores cálidos (rojo, naranja, amarillo y verde claro) y los seis colores fríos (morado, azul y verde oscuro). En él también vemos cuales son los coleres primarios, secundarios e incluso los terciarios.
Colores primarios
Son colores básicos que no se pueden obtener de una mezcla de otros, pero con los que se puede crear nuevos.
Colores secundarios
El verde, el naranja y el violeta surgen de una combinación de los colores primarios. Así, el azul y el amarillo forman el verde, el amarillo y el rojo forman el naranja y el rojo y el azul forman el violeta.
Colores terciarios
El amarillo verdoso, el ocre, el bermellón, el púrpura y el azul turqués se consiguen al combinar un color primario con un color secundario. Así, el verde y el amarillo forman el amarillo verdoso, el amarillo y el naranja forman el ocre, el naranja y el rojo forman el bermellón…etc.
Con los colores hay que tener en cuenta el espacio que se tiene y lo que se quiere transmitir, los colores claros dan más sensación, amplitud que los oscuros. Sobre el tema de dar mayor amplitud se habla en este artículo del blog.
Una vez hemos conocimos la base de los colores vamos a ver 3 tipos de combinaciones
- Monocromo: Se trata de varios tonos de un mismo color. Se consigue mediante un solo color base al que aportamos matices con diferentes tonalidades claras y oscuras. En el círculo cromático, cuanto más nos acercamos del centro, más claros y luminosos son los colores. Este método facilita la elección de los colores y es ideal si quieres crear un espacio relajante y armonioso.
Este es el que más se ha utilizado durante los años, es la opción más fácil pero menos arriesgada. Aquí es donde el armario depende del color principal que tenga la habitación.
Por ejemplo, si la habitación es blanca, el armario se podría poner en tono gris.
- La armonía de los colores análogos: Los colores análogos son los que se encuentran uno al lado del otro en el círculo cromático, producen una sensación de armonía. Puedes elegir dos o tres colores máximos. Con esta combinación se consigue tener armonía y darle más vida a tu casa, ya que son colores distintos. Los colores no contrastan entre sí.
Por ejemplo, si la pared es de tono azul, un poco oscuro mate, puedes poner el armario en tono madera, ¡quedaría genial!
- El contraste: El contraste hace referencia a los colores opuestos en el círculo cromático, llamados también colores complementarios. Esta estrategia permite crear una decoración refinada y atrevida. El color se destaca aún más cuando está al lado de su color opuesto, sobre todo si se trata de un color oscuro.
Por ejemplo, si tenemos la pared blanca podríamos poner el armario en tono negro, sería muy llamativo y haría destacar el armario.
¿Cómo afecta los colores a tu estado de ánimo?
Mediante algunos estudios se ha comprobado que los colores pueden afectar al estado de ánimo.
El rojo, naranja y amarillo son colores excitantes, que activan y dan energía. Incitan a la actividad y dan ánimo, dan sensación de optimismo. Indicados para las personas que se sienten decaídas, con tendencia al desánimo. Ópticamente, dan calor y vivacidad.
El verde, azul y violeta son colores sedantes que aportan tranquilidad. Incitan a la relajación, tienen un efecto de sedación y paz para la mente. Son ideales para poner en zonas de trabajo, ya que transmiten calma, sinceridad y responsabilidad.
El blanco y el beige son colores neutros y fríos, símbolos claros de la pureza y la simplicidad. Ideales para poner en sitios donde queramos una máxima concentración. No producen cambios emocionales y por ello el sitio ideal para pintar las paredes de blanco sería una habitación de estudio.
El color rosa claro transmite bondad, inocencia y buenas intenciones, aunque también inconscientemente puede interpretarse como inmadurez. Ideal para las habitaciones de los más pequeños de la casa.
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